Por la vía rápida - Andreas Lamparter no solo está en primera línea en su equipo de software.
Todo empezó con un Atari 1040 ST. Cuando Andreas era adolescente y sus padres le regalaron este ordenador, supo que en el mundo virtual se sentía como en casa. Hasta hoy, los ceros y los unos son algo más que números para este desarrollador de software. Con su equipo se ocupa de que los sistemas de Rehm tengan una usabilidad y programación óptima. Pero no solo Visual Studio (C++, C#), WCF, WPF y ASP.NET hacen que su corazón dé un vuelco. El deporte es su segunda pasión. Su caballo de batalla: ¡el ciclismo amateur! Para ello se entrena regularmente después o incluso antes de ir a trabajar.
En el mundo virtual al ritmo de los tiempos
Utilizar el ordenador solo para aprender era demasiado aburrido para Andreas cuando era un adolescente. Le gustaba toquetear los discos duros, crear programas propios o programar pequeños juegos. Los ordenadores son su mundo, más allá de internet y de los juegos. En Rehm desarrolla conceptos de software fiables y fáciles de usar para la tecnología de equipos y sistemas y garantiza que también tengan una buena apariencia. ¿Su icono favorito? Seguro que es el botón de "encendido", porque al salir de trabajar, Andreas vuelve a activarse. Y entonces es el momento de que este ciclista de montaña, que estuvo diez años como entrenador juvenil de ciclismo, salga a la naturaleza. Su motivación es prepararse para la siguiente maratón ciclista.
"Con mi equipo de software encuentro soluciones creativas que nos ayudan. Como todos tiramos de la misma cuerda, el trabajo es divertido".
Andreas es un jugador de equipo, tanto en el deporte como en el trabajo. En Rehm dirige un equipo de siete ingenieros de software creativos que desarrolla conceptos de visualización para los sistemas. El último éxito: ¡ViCON! Con la transformación completa de la interfaz de control para la serie Vision, Rehm ofrece más trazabilidad y comodidad para el usuario. Andreas considera importante abandonar la zona de confort de vez en cuando. Por eso se le ve pedaleando de camino a la oficina durante una hora con su bici de montaña varias veces a la semana. Pero no "por el camino corto", sino fuera de la carretera y campo a través. Ojo al dato, porque en coche solo tardaría 12 minutos en llegar. Pero también es cierto que coger la bicicleta es una forma genial de desconectar. Andreas no conoce un modo mejor de despejarse.
¿Qué le ofrece Rehm en comparación con otras empresas?
Andreas Lamparter: Rehm es una empresa moderna con un gran espíritu innovador, pero con los pies en la tierra y con vías de decisión cortas. Me gusta esa mezcla. El área de software tiene su propia dinámica. Los sistemas, requisitos de programas y peculiaridades técnicas se desarrollan a una velocidad vertiginosa. Como desarrollador de software hay que conocer hoy qué se necesitará mañana. Para ello se requiere no solo un medio de trabajo con la última tecnología, sino también libertad creativa, espacio para probar cosas y un gran equipo que aporte nuevas ideas. Todo eso está en Rehm. El pensamiento orientado al futuro me fascinó desde el principio y me inspira cada día para lograr algo nuevo. Y es que yo mismo debo estar en movimiento todo el tiempo, ya sea mentalmente, cuando me engancha un proyecto emocionante, o físicamente, cuando me voy a pedalear en mi bici de montaña después del trabajo. En mi opinión, el deporte es el mejor antídoto contra el estrés y un medio excelente para lograr el equilibrio entre el trabajo y la rutina diaria.
¿Así que usted no comulga con el cliché del friki informático y se considera más bien un adicto a la acción?
A.L.: (se ríe) ¡Nunca he sido solitario! Antes me gustaba rodearme de los chicos populares y ahorré todas mis pagas para poder comprarme mi primera BMX a los 15 años. Me pareció tan divertido que más tarde me compré una bici de montaña y comencé entrenamientos intensivos con un par de amigos del barrio. Como equipo también participamos en distintas competiciones dentro y fuera del país. Así, en los últimos años he logrado éxitos en distintos eventos de ciclismo, desde el Jura de Suabia hasta Tirol del Sur. En 2013 cumplí mi gran sueño de participar en la maratón ciclista de Ötztal. ¡Fue una experiencia increíble! Con 238 km y 5500 metros de altitud, el recorrido es un desafío muy especial. Tuve que entrenar casi durante un año, dos veces a la semana entrenaba un mínimo de 80 km, he entrenado mi resistencia y he cuidado mi alimentación. Cuanto llegué a la meta de esa maratón, tenía la adrenalina por las nubes y sentí una alegría y orgullo inmenso de estar allí.
¿Cuáles son los mayores desafíos a nivel de software a día de hoy y qué intereses deben tener los solicitantes interesados?
A.L.: El gran desafío es seguramente la reacción de la "Industria 4.0", es decir, la conexión del parque de maquinaria en el sentido de una "fábrica inteligente". Aquí se necesitan soluciones de software inteligente para que los sistemas se "comuniquen" entre sí, pero que también se puedan integrar en un concepto de control principal. Además, nuestro foco de atención se sitúa en el desarrollo de interfaces de control practicables y visualmente atractivas. Con ViCON hemos conseguido un pequeño hito en este sector. Al cliente le gusta lo moderno y claro, pero también lo personalizado. En este sentido, siempre creamos soluciones de software que estén claramente estructuradas y sean fáciles de entender y que además se adapten al entorno de producción de nuestros clientes. Para ello, cualquier aportación creativa es bienvenida: tanto en la visualización, como en el sector de PLC, así como el control de maquinaria o la programación de interfaces MES. Los y las solicitantes interesados deben estar abiertos en cualquier caso a tecnologías e ideas innovadoras, estar dispuestos a involucrarse activamente y disfrutar en contextos técnicos. Para ello, es indiferente si ya han tenido su primera experiencia laboral o si están empezando. Quien pueda pensar de un modo analítico y abstracto, se sienta cómodo con sistemas operativos, bases de datos y lenguajes de programación y que convenza como jugador de equipo, será la persona ideal para nosotros.